Este es el caso de, entre tantos ejemplos, el nuevo centro de salud de Navalcarnero que fue prometido en 2007 y que hoy en día podemos ver como el terreno sigue sin una sola piedra, ni mucho menos una camilla o algo que pueda parecer un centro de salud.
Teniendo en cuenta la sobrecarga de trabajo del personal sanitario, y que solo hay un único centro de salud desde 1986 y que la población de nuestro municipio se ha triplicado desde entonces, es deplorable que sigamos contando con las mismas condiciones que hace 28 años. Sobretodo, teniendo en cuenta que Navalcarnero ofrece servicios especiales (como urgencias) al resto de municipios del suroeste de Madrid (por ejemplo, El Álamo).
Otro caso que podemos detenernos a examinar es el caso del “Complejo Deportivo La Estación” en los terrenos aledaños al IES Profesor Ángel Ysern. Actualmente solo son cimiento y hormigón abandonado, dejando a la juventud de extracción obrera y popular sin posibilidades de realizar deporte de forma gratuita.
Otro ejemplo son los nuevos juzgados, esta obra se sitúa justo al lado del terreno del ficticio centro de salud que tanto hemos demandado, dejando los juzgados actuales, totalmente colapsados.
Por último, cabe resaltar el caso de Renfe, un proyecto que iba a beneficiar a varios municipios como Arroyomolinos y Navalcarnero y que ha quedado en nada. Esto no ha impedido que se apruebe un aeródromo entre El Álamo y Navalcarnero para vuelos privados. Los altos ejecutivos podrán viajar en jet privado y la clase trabajadora no dispondrá apenas de transporte público para poder ir a su centro de trabajo o de estudios.
Aquí toca preguntarse, ¿quien gana siempre con esto?
El ayuntamiento de Navalcarnero como mucho otros inició una oleada de obras públicas en los años anteriores a la crisis, su intención era seguir alimentando la burbuja de la construcción, la burbuja de la sobreproducción del capitalismo, estas obras públicas siempre realizadas por empresas privadas (Assignia Infraestructuras para el polideportivo y OHL en el caso de Renfe) que son las verdaderas beneficiadas.
Actualmente la clase trabajadora no tiene ni polideportivo, ni centro de salud nuevo ni juzgados, sin embargo la empresa privada que realizó la obra, aunque no totalmente, si ha cobrado parcialmente obteniendo grandes beneficios. Pero, ¿de dónde sale el dinero para financiar estas obras públicas? Este dinero, como ya sabéis, sale directamente de nuestros bolsillos, de los bolsillos de los trabajadores y las trabajadoras que tan solo esperamos que el dinero que pagamos en nuestros impuestos, nos sean devueltos en una serie de infraestructuras de las que podamos disfrutar de manera gratuita.
Desde luego que es totalmente legítimo pedir que todas estas infraestructuras sean cedidas al pueblo de forma gratuita, ya que para eso las hemos pagado nosotros y nosotras. Además, dejar de utilizar empresas privadas, principales causantes de la corrupción política, para la realización de obras.
Frente a la planificación de infraestructuras en base a apetencias de la burguesía con el dinero que nos roban, proponemos la planificación en base las necesidades de la clase trabajadora. La juventud comunista responde contundentemente y unida, exige de manera inmediata la reanudación de las obras y que su uso y disfrute sea de manera gratuita.
Frente a la planificación de infraestructuras en base a apetencias de la burguesía con el dinero que nos roban, proponemos la planificación en base las necesidades de la clase trabajadora. La juventud comunista responde contundentemente y unida, exige de manera inmediata la reanudación de las obras y que su uso y disfrute sea de manera gratuita.
LA JUVENTUD COMUNISTA RESPONDE: JUNTOS EN LA LUCHA CONTRA EL CAPITAL Y POR UN PUEBLO DIGNO
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