Pero no sólo hablamos del ámbito deportivo, podemos apreciar esto también en el descuido de servicios y bienes públicos por la evidente falta de inversión por parte tanto del ayuntamiento de Navalcarnero como de la Comunidad de Madrid. Quizá el más llamativo sea el del transporte público gracias al cual pueblos como Brunete o Sevilla la Nueva solo reciben un autobús desde Navalcarnero cada hora y media y el final de la línea es a las 7 de la tarde, o barrios como el de La Dehesa en Navalcarnero, totalmente alejado del municipio y prácticamente aislado en cuanto a transporte público se refiere.
Todo ello está propiciado en parte por el caciquismo que sufre el municipio llevado a cabo por Baltasar Santos (Partido Popular). Este caciquismo se traduce en una nula participación popular en las decisiones que afectan a la clase trabajadora, tráfico de influencias, etc.
Estos hechos van siempre acompañados del tradicional manto de populismo que intenta distraer a la clase obrera de su situación de opresión frente al actual sistema capitalista, a través de las fiestas patronales, de la manipulación de los medios de comunicación tanto locales como autonómicos y nacionales, las redes sociales..
La situación de la clase trabajadora de Navalcarnero no es aislada, ni mucho menos. Es una situación que se extiende por todos los pueblos de Madrid. La combinación de liberal-caciquismo, extendida por toda la zona, ha provocado en pueblos como Brunete una reducción de los servicios públicos (privatización del polideportivo, piscina municipal, inexistencia de canchas disponibles...), además de mantener una red caciquil basada en la corrupción y el tráfico de influencias que mantienen en el poder a aquellos que poseen tierras.
Esta red caciquil está liderada por el alcalde Borja Iglesias, el cual es un maestro populista, camuflando los déficits del pueblo con circo, ni siquiera pan (ya que los vecinos de Brunete puedes observar como otros vecinos rebuscan en la basura o hacen cola en Cáritas), un circo fundamentado en el deporte (privado y en cierto modo elitista, en el que no prima el disfrute si no el ganar, impidiendo que se pueda disfrutar de diferentes deportes sin necesidad de estar en una escuela deportiva) y en las fiestas. Unas fiestas en las que el alcalde saca a pasear todo su don de gentes y escucha a todo el mundo. Una atención que brilla por la ausencia de una eficacia posterior, el señor Iglesias promete, promete y promete, sin embargo nunca cumple.
Desde el Colectivo de Jóvenes Comunistas Comarca Oeste denunciamos de nuevo estos hechos, entendiendo que son la tónica general en un sistema capitalista que hunde cada día mas a la clase obrera.
LA JUVENTUD ES LA ARCILLA DE LA REVOLUCIÓN.
¡OBREROS Y ESTUDIANTES, UNIDOS Y ADELANTE!
No hay comentarios:
Publicar un comentario